Los trastornos no son una patología grave en sí misma, pero tienen serias implicaciones en la vida diaria: agotamiento físico, bajo rendimiento, sueño diurno, dificultad para cumplir con las obligaciones profesionales, familiares o sociales…
Estos trastornos son: insomnio, hipersomnia, narcolepsia, ronquido y apneas del sueño, parasomnias y otros trastornos, síndrome de las piernas inquietas, terrores nocturnos, pesadillas y sonambulismo
Su origen es muy variado. En ocasiones, aparecen como efecto de otras enfermedades y otras, constituyen factores de riesgo que favorecen la aparición de otras patologías.
¿Cómo se diagnostican los trastornos del sueño?
El correcto diagnóstico y tratamiento de los pacientes que presentan alguna alteración en el sueño necesita un enfoque desde distintas especialidades médicas, que se integran en la Unidad del Sueño.
Para su correcto diagnóstico se precisa la realización de una polisomnografía o prueba del sueño con registro simultáneo de vídeo que consiste en el registro durante la noche de las variables fisiológicas como el electroencefalograma, flujo nasal, saturación de oxígenos y frecuencia cardiaca. Permite conocer la estructura del sueño del paciente y catalogar su trastorno.
Síntomas
Algunos de los síntomas que producen los trastornos del sueño son:
Agotamiento físico
Bajo rendimiento
Sueño diurno
Dificultad para cumplir con las obligaciones profesionales, familiares o sociales, etc.