La luz azul de celulares, computadoras y televisores inhibe la melatonina, la hormona que regula el sueño.

  • Evita: mirar el celular, ver series o trabajar frente a una pantalla justo antes de dormir.
  • Mejor haz esto: lee un libro físico o escucha música suave.

La cafeína puede permanecer activa en tu cuerpo por horas y alterar tu sueño.

  • Evita: café, té negro, refrescos o bebidas energéticas después de las 5 p.m.
  • Mejor haz esto: elige infusiones como manzanilla, valeriana o lavanda.

El ejercicio extenuante aumenta el ritmo cardíaco y la adrenalina, dificultando la relajación.

Las comidas copiosas pueden causar indigestión o reflujo y afectar el descanso.

  • Evita: cenas abundantes, picantes o grasosas muy tarde.
  • Mejor haz esto: come algo ligero y saludable 2 horas antes de dormir.

Una mente llena de pensamientos es enemiga del sueño profundo.

  • Evita: pensar en tus pendientes o resolver problemas justo antes de acostarte.
  • Mejor haz esto: escribe tus pensamientos en una libreta o prueba ejercicios de respiración.

Aunque puede parecer que ayuda a dormir, el alcohol interrumpe las fases del sueño profundo.

  • Evita: tomar alcohol para conciliar el sueño.
  • Mejor haz esto: crea una rutina nocturna relajante sin depender de sustancias.

Evitar estos errores comunes puede mejorar notablemente tu calidad de sueño. Dormir bien no es un lujo, es una necesidad para vivir con energía, claridad mental y equilibrio emocional.

Si ya has intentado mejorar tus hábitos y sigues teniendo problemas de sueño, consulta a un especialista. Podrías estar lidiando con insomnio, apnea del sueño u otros trastornos que requieren atención profesional.

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